Aplicaciones de salud y fitness: Cómo mantener nuestra privacidad

Por los tiempos que corren, las aplicaciones de salud y fitness se han convertido en nuestros entrenadores personales, nutricionistas y consejeros de bienestar. Nos motivan a mantenernos activos, seguir una dieta balanceada y cuidar de nuestra salud mental.

Sin embargo, mientras nos concentramos en lograr nuestros objetivos de salud, ¿Cuánta atención prestamos a la seguridad y privacidad de los datos que compartimos con estas aplicaciones?

¿Qué son las aplicaciones de salud y fitness?

Las aplicaciones de salud y fitness son herramientas digitales diseñadas para monitorear y mejorar nuestra salud. Van desde contadores de pasos y seguimiento de la alimentación hasta programas de entrenamiento y gestión del estrés.

Facilitan el registro de nuestra actividad física, hábitos alimenticios, patrones de sueño y mucho más, todo desde la comodidad de nuestro dispositivo móvil.

Principales riesgos de seguridad de las aplicaciones de salud y fitness

app salud

Seguridad de los datos

Primero, hablemos sobre la protección de nuestros datos, o más bien, la falta de ella. A menudo, los creadores detrás de estas apps parecen pasar por alto las reglas de oro de la ciberseguridad.

Me he topado con aplicaciones que parecen olvidadas por sus propios creadores, sin actualizaciones a la vista, lo que las convierte en un campo de juego para los hackers.

Y ni hablar de la autenticación multifactor, brilla por su ausencia, dejando nuestras cuentas tan protegidas como una fortaleza de arena frente a la marea. Y, claro, la gestión de contraseñas es otro cantar.

Estamos delante de aplicaciones que te permiten seguir con tu «123456» como si estuviéramos en los albores del internet.

Compartir nuestros datos

Pasando al exceso de compartir, aquí es donde se pone aún más delicado. Nuestra información de salud, esa que guardamos bajo siete llaves, puede terminar siendo moneda de cambio.

Datos que van desde condiciones médicas sensibles hasta hábitos personales podrían estar siendo empaquetados y vendidos como si fueran figuritas coleccionables, dejándonos expuestos a miradas indiscretas que nada tienen que hacer ahí.

Políticas de privacidad

Y por último, las políticas de privacidad. Esos textos que necesitarías un equipo de abogados para descifrar. Algunas apps de salud juegan al misterio, escondiendo sus verdaderas intenciones detrás de frases hechas y términos técnicos, haciendo casi imposible entender qué derechos estamos entregando al dar clic en «aceptar».

Cómo proteger nuestra privacidad de las aplicaciones de salud y fitness

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Todos tenemos nuestra propia balanza cuando se trata de medir el riesgo contra la recompensa, especialmente en lo que respecta a nuestra privacidad en Internet frente a los servicios personalizados o la publicidad.

Para algunos, ceder un poco de privacidad a cambio de conveniencia no es un gran problema, mientras que otros pueden no dormir pensando en la posibilidad de que sus datos médicos acaben en manos equivocadas.

Lo importante es hallar ese punto de equilibrio que nos haga sentir cómodos. Si nos preocupa nuestra privacidad, esto es lo que debemos hacer o, al menos, he hecho yo en mi caso:

Siempre hago mi tarea antes de descargar cualquier aplicación, echando un vistazo a lo que otros usuarios han dicho y buscando señales de alerta en reseñas de fuentes fiables. Soy bastante cauteloso con la información que comparto en estas aplicaciones, operando bajo la premisa de que todo lo que introduzco podría hacerse público.

Evito conectar estas apps a mis redes sociales o usar estas últimas para iniciar sesión, lo cual ayuda a poner un freno a la cantidad de información compartida.

También soy firme en no otorgar permisos innecesarios, como acceso a mi cámara o ubicación. También ajusto mi teléfono para limitar el seguimiento de anuncios y siempre activo la autenticación de dos factores para añadir una capa extra de seguridad a mis cuentas.

Por último, me aseguro de mantener las aplicaciones actualizadas a su última versión, ya que suele ser la más segura. Y recordemos que lo mismo podríamos hacer con otras aplicaciones dudosas como Temu.

Conclusiones

Las aplicaciones de salud y fitness pueden ser aliadas valiosas en nuestro viaje hacia una vida más saludable, pero no debemos descuidar la seguridad de nuestra información personal en el proceso.

Tomando medidas proactivas para proteger nuestra privacidad, podemos disfrutar de los beneficios de estas herramientas sin exponernos innecesariamente a riesgos. Recordemos que nuestra salud incluye también la salud de nuestros datos personales.

Eduardo Pavón González
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